lunes, 11 de octubre de 2010

Diamond, Mortensen y Pissarides Reciben El Nobel de Economía

En esta edición se ha premiado a tres economistas Diamond (Nueva york, 1940), del Instituto Tecnólogico de Massachusetts (MIT), Mortensen (Enterprise, 1939), de Northwestern University, y a Pissarides (Nicosia, 1948), de London School of Economics and Political Science.

Con este Nobel se ha querido reconocer su labor en el análisis de las fricciones de los mercados y sus estudios sobre la conexión entre la oferta y la demanda, especialmente en el ámbito laboral. El organismo sueco califica su teoría de "comprensiva" y "coherente" y resalta que su estudio se centre en los problemas ligados al desempleo, una de las grandes lacras de la actual crisis económica, según la Academia.

Una teoría que pone el acento en el desempleo
"¿Por qué hay tanta gente sin empleo si hay un gran número de ofertas de trabajo? ¿Cómo afecta la política económica al desempleo? Los galardonados de este año han desarrollado una teoría que se puede utilizar para responder a estas preguntas y, además, es aplicable también a otros mercados distintos del laboral" explica la academia en el comunicado de prensa.


lunes, 4 de octubre de 2010

UNA SOLUCIÓN AL PARO


Es lo de todos los años, llega septiembre, y el dato de paro en España se dispara, debido en gran medida al final de la temporada turística de verano. Volvemos a superar los cuatro millones de personas desempleadas en nuestro país. Este repunte es coyuntural, aún así el grueso de las personas paradas tardarán bastante en encontrar un empleo.
¿Qué se podría hacer para reducir el paro?. Las soluciones que se suelen proponer son variadas, unas van orientadas a incentivar la demanda y el consumo de bienes y por tanto la necesidad de contratar trabajadores por las empresas, otras se encaminan a flexibilizar el mercado laboral y aplicar políticas que recaigan directamente en beneficios a las empresas que contraten mano de obra.
Pero a mí, me atrae especialmente una solución al paro, un tanto utópica en la sociedad actual de los países desarrollados, que consiste sencillamente, en el reparto del trabajo que requiere la actividad productiva, entre todas las personas que quieren trabajar. La situación que tendríamos, es que la distribución de la renta salarial sería más equitativa y además todos disfrutaríamos de más tiempo de ocio.
Por otra parte, el Estado podría destinar el dinero público que ahorraría en prestaciones por desempleo, a otros destinos más productivos como por ejemplo, la mejora de las infraestructuras y servicios públicos, creando a su vez más empleo. Para llegar a esta situación, tendría que cambiar bastante la mentalidad de las familias y los individuos, convenciéndoles para que renuncien a cierto nivel de bienestar basado en el consumo de bienes y servicios, a cambio de obtener mayor cantidad de horas de ocio, que por otra parte son las que realmente nos hacen felices.